Hace dos semanas, fui a un conversatorio de blogs, que terminaba con la participación de un grupo electrónico en escena: Theremyn_4. Sonidos ambivalentes mezclándose creando ambientes sonoros que son reforzados por imágenes generadas por computadora, imágenes sampleadas, como los ruídos que se nos antojan música, por la cadencia, por el ritmo, por la entonación de las sirenas, sirenas sin colas y sin escamas, sirenas electrónicas, 1's y 0's programadas en secuencias, ordenados, codificados, inmateriales, inasibles, como las ondas hertzianas que llegan a nuestros oídos. Música sin instrumentos.
Y una pregunta que me asalta en el aire. ¿Qué pensaría Mozart? ¿Beethoven? ¿Chopin? Se dejarían hipnotizar por los decíbeles y los amplificadores o harían música de cámara. ¿Preferirían un midi a un címbalo? Podrían reordenar la música a base de samples, no lo sé. ¿Les seduciría el sonido de la tetera hirviendo, la lata de leche cayendo al suelo, la máquina de escribir o el claxón de un taxista para crear una nueva oda? O es que la globalización, la degradación genética, la radiación ultravioleta y la decadencia humana en general, hace que pasemos la bulla, como música.
La verdad, no me importa mucho, yo disfruté mucho el concierto de ese día y el del día siguiente. No me importa mientras pueda disfrutar lo electrónico y lo clásico, si quiero y por igual.
Theremyn 4 en acción
la eztupidez tamvién es inportante