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pise el grass, haga picnic, sea libre

21.6.06

Tierra de Muertos

De chiquillo, iba al cementerio acompañando a la familia a dejar flores a tíos y abuelos centenarios y muertos, seres mitológicos o legendarios, de los que oí pero con los que nunca intimé. Me embelezaba el conocer un lugar con estatuas y lápidas, epitafios y escritos, mezcla de museo de arte y laberinto: de figuras apiladas, de formas marmoleñas, con mausóleos enormes y pabellones que servían para, en algún momento, corretear con mi hermana o mis primos; pero que irremediablemente en las noches, me traía pesadillas de muertos y de persecusiones de algún minotauro imaginario en ese laberinto-santuario. Tal vez por eso deje de ir.

Luego, lo redescubriría con los atractivos de la muerte: un poco de lejos y con respeto. No como algunos, buscadores de sus homonimos en las lápidas o de su fecha de nacimiento como fecha mortuoria, o otros dados a la recolección de epígrafes curiosos o a la profanación de espacios. He percibido a los camposantos más como espacios de encuentro del afecto extraviado, espacios para la añoranza, y ha primado en mí esa visión contemplativa de los vivos buscando sus muertos. He paseado en Días de Muertos, sólo para ver gente.

Este domingo del padre último, fuimos en familia a visitar a los abuelos, está vez reales y queridos, y aunque con mayor distancia que en otras oportunidades, no he podido dejar de apuntar los cuadros que trae la tierra de los muertos. Un hombre dormido sobre la tierra que alberga a la esposa o la madre para evitar la separación; Una familia cantando una celebración en forma de himno o barra a Caliñay: pueblo, familia o equipo "que va para arriba, que no se rinde" según decía el estribillo. El mismísimo hecho de regar las tumbas de los abuelos (para que crezcan o que florezcan, no lo sé) y rezar. Ver niñas arreglando las flores o dejando globos a los finados, cual cumpleaños.

Y luego, ver de lejos, ver todo tan hacinado, a todos tan iguales. Gente rezando, visitando, recordando. Y tras los mármoles gente sin vida, pudriendo sus espacios eternos, todos tan iguales, porque los nuevos cementerios son el comunismo perfecto, todas las lápidas idénticas, salvo el nombre y el código, formadas en lineas, en esa tugurización que explota el último metro cuadrado. Odio los cementerios modernos, quizá porque ahí despido a los míos que se van, quizá por el afán mercantil que le dan sus dueños a la muerte.

Pero despues, al final, sé que los abuelos y la gente que se fue no está seis pies bajo ese grass verde en los dos metros cuadrados que le corresponden. Están en la memoria y el corazón de los que nos quedamos y nos entercamos en no olvidarlos.
|| por Antolín Prieto, 21.6.06

7 Comments:

Es verdad, pero mas bien mi abuelo se quedó en mis sueños, siempre salimos a huevear por las madrugadas.
Buen post!
Saludos.
Blogger Deicidio, at 21.6.06  
Me has hecho recordar las mágicas visitas al cementerio cuando era chica. Como tú detesto los cementerios de ahora, a mi y a los míos incinerada y cajita en la casa nada de cementerios.
Blogger Marea, at 21.6.06  
a mi siempre me dieron miedo, sobretodo los antiguos.
El cementerio donde estan enterrados mis abuelos es hermoso, y me gusta ir, no se porque.
una vez fui a donde esta sarita colonia, asuste a un par de amigas hasta que se mearon de miedo, pero valio la pena, es todo un viaje al mundo de los....no, tampoco tanto.
esos seres siempre viviran en nuestros corazones (aunque haya sonado como tarjeta de navidad)
un beso anto.
Blogger daniela, at 21.6.06  
¿Muertos? Guácala!
Blogger Oscar Pita Grandi, at 26.6.06  
Chevere tu post, tengo dos abuelso que vienen a visitarme en un mes, ojala no sea la última vez
Blogger Kalun, at 28.6.06  
en una epoca bien stona pasaba por alla a meterme unos wuiritos o unos michos, era nuestro club, el club del silencio y de las hojas secas. Nuestro pabellon favorito eran el de los olvidados al que nosotros les dibujabamos unas sonrisas, o al que pretendiamos orar (creo que ore unas veces), al que nadie los visitaba, al que nadie les llevaba flores...solo nosotros agarrabamos alguans de otras lapidas y dejabamos en nuestro pabellon...aquellas epocas stonas que no volveran.
Anonymous Anónimo, at 28.6.06  
Re-bueno, y recontra acertado tu manera de ver las cosas.Generalmente vemos lo q el resto quiere q veamos y no lo que tenemos en frente.Un genio Anto!!!jajaja.Guárdame siempre un lugar en tu banquita.Te haré compañía.Un beso.Muaahhhh.
Anonymous Anónimo, at 30.6.06  

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