3.1.06
Una espera
¿Cómo se mide el tiempo cuando no tienes reloj? Cuando estás en una situación en la que sólo resta que pase el tiempo escurriéndose tímidamente. Más aún cuando sabes que no depende de ti, porque ya llegaste temprano o a la hora. Por un instante puedes barajar las posibilidades del tiempo y de la huída, de saber que en un momento más, si no llega te podrás parar e ir; y otro día reclamarás la descortesía con aire despreocupado o con signo afectado, dependiendo de las circunstancias.
Puedes calcular el tictac en los tacones del mozo del bar o en esa música lenta que sabes que puede ser la Piaf, ¿pero cuánto durara la canción? Esperas a que termine una, quizá otra, sin calcular nada. Te fijas en los cuadros colgados en la paredes, ellos están desinteresados de ti o mirándote fijamente. Los peores son esos que te señalan con el dedo o se ríen misteriosamente como aguántando la carcajada.
En otra mesa, una señora traduce a un extranjero un libro con figuras "Su trayectoría fue la de un ave cayendo" "he travelled through the way of a fallen bird", ves las bebidas, el barbudo muerde un bocado del triple de colores. Tú musitas el tiempo.
La ventana trasluce figuras que atraviesan la noche. La puerta con su tull blanco, también. Nadie se detiene. Pero los taxis amarillos paran uno tras otro. Nadie bajará, la esquina de esa calle tiene un semáforo ¿cuántas veces habrán frenado los autos? ¿a cuánto equivale un semáforo, un minuto, dos, tres? La eternidad.
Siento que he escrito cuatro libros sentado en esa mesa, uno quizá haya sido "La conversación en La Catedral", otro lo escribí en un idioma extranjero. "Los ángeles y las escaleras defienden las ciudades" "angels and ladders guard the cities" "la nuit" "la noche" traduce la interlocutora de la mesa ajena. Estoy cansado. Llamo al mozo, pido un moka: mitad café, mitad chocolate. Lo bebo apurado, resignado. Me paro y salgo del bar. No volteo para no saber si alguien entra mientras doblo la esquina con el semáforo en rojo.
|| por Antolín Prieto, 3.1.06
En espera interminable, paracen ser los detalles los que más se realzan, los que nos hacen ver cosas, preguntarnos otras...
¿será que el tiempo juega con nosotros?
Cuidate mucho y gracias por la visita
Nos leemos pronto
Auf Wiedersehen!